(De)construyendo la propaganda de la Vía Verde: oda a lo que no es.


Aplausos...

Primero, vea el vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=pYnMCGANGKI&feature=player_embedded

No soy una persona insulsa que nunca ha sido expuesto a la propaganda mediática, ni mucho menos me dejo convencer fácilmente por ella. Sin embargo debo conceder que he visto cosas que me han dejado anonadado anteriormente, impresionado con la manipulación tan magistral del séptimo arte para fines discursivos específicos. Tengo que admitir que este comercial de la Autoridad de Energía Eléctrica me ha causado una gran conmoción emocional. Emocional, hago el énfasis, porque esta pieza propagandista es un fallo abismal si lo analizamos desde un punto de vista didáctico/informativo. Carece de datos, de información sólida, de razonamientos o tan siquiera de argumentos válidos. Pero ese, claramente, no era su propósito. Este proyecto, como todo buen intento de generar el consentimiento de las masas, es uno de manipulación emocional, una brecha mucho más fácil de tomar para intentar formar la psiquis puertorriqueña. Esta estrategia no apela a lo concreto con un pueblo con la idiosincrasia boricua. Al contrario, se apela a cosas más abstractas como la moral, las estructuras sociales establecidas y el sentimentalismo populista. No olvidemos que nuestro pueblo sigue siendo uno muy conservador. A esto es lo que apunta esta pieza de propaganda. Y seamos honestos, con un gobierno de corte ultra-conservador, no deber de ser algo sorprendente.

Inmediatamente visto el vídeo mi cerebro jugó con los argumentos y las preguntas que esta campaña mediática esperó generarme: “He estado equivocado. Cómo es posible que sea tan negativo y egocéntrico para negarme a la construcción del gasoducto cuando es la obvia solución a los problemas de energía del país? Quién puede argumentar contra tantas preciosas imágenes de la naturaleza que será preservada con la construcción de este proyecto? Yo quiero que mis chiquitos corran por el bosque!”. Y voy a obviar la ya tan gastada carnada de la reducción en el costo del servicio eléctrico.

Pero, al grano, al vídeo. Los primeros diez segundos son distintas imágenes de paisajes naturales en Puerto Rico. A partir de esos diez segundos, comienza la narración con una toma de transición con vehículos sobre un expreso, todavía sobre una espesa arbolada, y la misma toma prosigue a la urbe. La toma parece establecer un enlace de harmonía espacial entre lo natural (idílico) y lo urbano (progreso, modernidad). Esta idea de progreso es reforzado con las tomas aéreas de Hato Rey (Milla de Oro, obviamente) y el Tren Urbano, el cual reemplaza el énfasis sobre el automóvil que vimos anteriormente. Aquí viene el primer llamado a lo familiar, a lo natural. Nótese que se quiere expropiar el concepto de natural y fusionarlo con el progreso. Esto es muy importante entenderlo para poder analizar de forma más eficiente las imágenes que le siguen.

Al instante, el narrador menciona que el futuro se “está comenzando a forjar” mientras la escena cambia a otra toma de la naturaleza (17 s.) con, nuevamente, la urbe al fondo. Recuerden el elemento conductor del progreso naturalista. Esta imagen dura hasta los 22 segundos. La toma ahora cambia a la cara de la niña. La cara de la niña pelirroja se mantiene en el centro de la imagen por un segundo completo, y luego es reemplazada por los niños corriendo por el paisaje.

Detengámonos en esta imagen, que para mi entender es demoledora. Comienzo con la siguiente pregunta: Cuántos boricuas pelirrojos ustedes conocen? Sigo, yo conozco varios, de hecho (gente generalmente guapísima y con todos sus dientes), pero pensemos en el mensaje que se quiere llevar. No, no estoy argumentando que la construcción del gasoducto nos va a mutar a todos a pelirrojos. Pero sí hay que notar el fetichismo por lo extranjero, por lo percibido superior. A nadie más le está extraño que la primera cara que veamos en el comercial sea una que parece más nativa de Irlanda que de Santurce, Camuy o Ponce? Esto de paso constituye una jerarquía visual estratificada, una estratificación de color (“color bar”) que construye toda representación futura de personas en esta pieza. La primera cara es un ideal para la mente colonizada, el otro como ideal sobre el yo inferior. Piénsenlo un rato. Se que es algo un poco incómodo, y obviamente no estoy insultando a la niña, que es adorable. Pero sí establece un tempo visual discursivo que encuentro preocupante.

Luego del punto del segundo 25 tenemos la pareja en la playa, tocando la guitarra, hasta los 32 segundos. Pareja normal, heterosexual, sentados en la playa. Conmovedor. Continuemos. El narrador continúa reforzando el hecho de que Puerto Rico es un país donde el progreso marcha junto a la conservación del ambiente, subrayado por la toma de la playa con la joven pareja centrada en la imagen. Luego, entre los 32 a35 segundos vemos nuestra pareja geriátrica obligatoria caminando por un área verde perfectamente podada. Las aceras no están rotas, no hay estorbos en su camino y se ven muy saludables, acomodados, y blancos.

La escena marcada entre los 36 a 40 segundos es de una típica familia nuclear (heterosexual) ejemplar jugando Wii juntos en el hogar. Entre el segundo 40 al 41 tenemos la escena de la mujer embarazada acampando frente a su nevera. Nótese que en ningún momento vemos a ninguna mujer fuera del aura de la familia (esposo, hijos, campo/naturaleza/progreso). Si me puedo dar aires de crítico cinematográfico esta escena se nota forzada y no contribuye grandemente a la fluidez del comercial. Asumo que necesitaron reforzar el mensaje de las “generaciones futuras” entablando un vínculo visual con el proceso de gestación y nacimiento que llevará a, para consternación de muchos, la chica planchándose el pelo entre los segundos 41 a 43. Ah, la chica planchándose el pelo. Porque las mujeres son vanidosas, claro está. No veo al hermano tocando bajo eléctrico, viendo porno en su laptop o jugando Call of Duty en su X-Box. Detalles.

Ni una pareja homosexual. Ni una pareja negra. Ni una familia en un caserío. El fetichismo con la construcción conservadora (burguesa/empresarial) de lo tradicional (naturaleza/progreso, no lo olviden!) regresa en los segundos 44-47 en la cocina con la familia horneando galletitas (heterosexual, de tez regiamente no negra, nuclear y tradicional nuevamente). De vuelta al campo hasta el segundo 56. De ahí viene el logo de la AEE, el cual tiene una hojita verde con el logo “Puerto Rico Verde” y su coro gregoriano Carmina Buranesco. Lo terriblemente irónico es que esa hojita verde es emblemática de todos los árboles que serán destruidos para sembrar este maravilloso tubo, producto de naturaleza/progreso, ironía que seguramente se les escapa a los tecnócratas propagandistas detrás de este proyecto.

Jaques Ellul expuso hace ya varias décadas que la verdadera propaganda apela a los sentimientos, y no los sentidos o la inteligencia. Esta campaña de la AEE (por ende del gobierno de turno) sirve directamente a el establecer un consentimiento masivo del pueblo puertorriqueño a respaldar la construcción de un gasoducto bajo la promesa de un mejor futuro energético. La realidad es otra. Sabemos que la AEE no cuenta con la capacidad generadora para suplir la producción necesaria para hacer de este proyecto uno práctico. Sabemos que el gas natural NO es una fuente de energía renovable. Curiosamente, este anuncio no menciona que el gas sea renovable, aunque sí dice que es limpio y barato. Dos cosas: el gas es más limpio que el carbón y más seguro que el petróleo, pero el argumento del costo es uno nulo, ya que su costo está íntimamente conectado al precio del crudo.

Al no ser un recurso energético renovable y quedando en duda su costo-efectividad, por qué el interés del gobierno en construirlo a como de lugar, aún con una creciente oposición ciudadana? Por qué no invertir en energías renovables o, mejor, en fomentar industrias verdes locales para estimular una economía post-industrial auto-sustentable? Para la respuesta a estas preguntas, sólo les digo lo siguiente: sigan la otra vía verde; sigan el rastro del dinero y de quienes están prestos a lucrarse con su construcción. Luego de eso, analicen las conexiones de estas personas con aquellos en el poder. No es un camino largo ni complejo de ver, pero sí un calvario para vivir.








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5 comentarios:

  1. Me pasa lo mismo. Cuando veo el anuncio estuve a punto de desfallecer de la emoción a no ser por una cosa. No mencionan el “tubo de la muerte” para nada. E ahí la manipulación, a eso es a lo que llaman el “terrorismo mediático”. Ahora, usando una frase de Bogart (en la película Casa Blanca), detrás de ese anuncio están “los sospechosos usuales” (the usual suspects). Estaba leyendo un libro de geografía sobre, los métodos de análisis geográficos y las inferencias cuando observamos datos visibles sobre, consecuencias no visibles, pero que están ahí. Un anuncio tan elaborado implica inversión de dinero (eso se adivina) y determinación (por parte de los personeros del gobierno) por lo tanto, concluyo que, hay un interés pecuniario en la construcción de ese adefesio del mal, el “tubo de la muerte”.


    Salud.

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  2. De esto es de lo que trata el terrorismo mediático,

    “esta pieza propagandista es un fallo abismal si lo analizamos desde un
    punto de vista didáctico/informativo. Carece de datos, de información
    sólida, de razonamientos o tan siquiera de argumentos válidos.”


    La razón de el anuncio en particular y de la propaganda en general sobre este tema, será, siempre no decirle la verdad al pueblo.

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  3. Aquí por España no hemos oído hablar mucho de esa Vía Verde. ¿En qué consiste? Por lo que leo, tiene toda la pinta de ser un proyecto que va a subvencionar los costos energéticos de las empresas a costa del contribuyente, a parte de su impacto medioambiental.

    Parece que hay trazas posmodernas en el texto. ¿Has leído a algún posmoderno?

    Un Saludo.
    (Kunster)

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  4. Saludos Alberto/Kunster!

    (Antes que nada, me resulta excelente su reciente entrada en mutualismo.org.)

    Ahora bien, Vía Verde es el peculiar nombre de un gasoducto que debe cruzar, sur a norte, la isla más grande del archipiélago puertorriqueño. Diversos sectores de la población se oponen a dicho proyecto, especialmente quienes serán expropiados, más los grupos ambientalistas y los partidos de oposición. El mismo es promovido por el Estado como la única solución para bajar el costo de la electricidad que es distribuida por la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), una corporación del Estado (en régimen de monopolio). El beneficio directo de la obra sería para la empresa EcoEléctrica, pues supliría el gas natural a la AEE, que podría llegar a ser el 70% del combustible fósil que utilizaría la AEE para la producción de electricidad.

    http://www.elnuevodia.com/bosquesenlarutadelgasoducto-761758.html

    http://www.ecoelectrica.com/index.html

    Acerca de las lecturas y/o análisis post-modernos, pues no podría hablar por el autor de la entrada. Personalmente he leído algunos textos de autores (considerados) post-modernos y simpatizo con algunas de sus posiciones y argumentos. Sin embargo, el debate de la post-modernidad es uno que produce mucha fricción (aún) entre los académicos, intelectuales, escritores y lectores puertorriqueños.

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  5. ¡Gracias por la información!

    (Kunster)

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