Dejemos de soñar la Anarquía

    La mayor parte del capital (sino todo) no ha llegado a las manos de quienes hoy lo poseen gracias al ahorro y la inversión de los precavidos dentro de un libre mercado. Todo lo contrario. La intervención del pillaje de ciertos mafiosos en favor de ellos mismos y sus favoritos ha sido la causa fundamental de la distribución actual del capital. Entiéndase por mafias a los príncipes, reyes, emperadores, faraones, jeques, representantes, legisladores, generales, presidentes y gobernadores y a sus favoritos como los nobles, sacerdotes, militares, bonistas, accionistas, empresarios y los dirigentes de los sindicatos tradicionales. Estas mafias se han consolidado bajo la justificación democrática para promover un mayor nivel de complicidad y confusión. Así nos hacen ver, que ha sido “nuestra voluntad democrática” la que sostiene, legitima y (re)distribuye el capital a través de sus servicios y el “libre” mercado.

    Esto es definitivamente un mito. La intervención constante del Estado, como llamaré a estas mafias de ahora en adelante, ha favorecido el ahorro de alguna élite de poder (grupo al que pertenecen los privilegiados que se benefician y que conforman el Estado) en perjuicio del resto de la población, directa e  indirectamente. Estas élites de poder se benefician de las condiciones creadas por el Estado y cabildean a favor o en contra de ciertas leyes en tanto maximizan o perjudican sus ganancias y, por tanto, su estilos de vida.

    Este constante secuestro del capital, obtenido a través de la expoliación primeramente y luego consolidado por las leyes del Estado, limita la cantidad de empresas en los mercados, para que la menor cantidad de empresas, obtengan una tajada más grande del pastel que le presentaran los consumidores. Lo que nos indica porque muchos empresarios actuales cabildean en favor de más años para sus patentes, derechos de autor y otras licencias restrictivas: porque detestan la competencia y harán lo que sea por evitarla.

    Al pueblo, aquellos que no pertenecen a la élite de poder ni al Estado, se le apacienta con la esperanza de algún día progresar, o sea, formar parte de la élite de poder. Esto, que innegablemente se cumple para unos pocos, cual si de una lotería se tratara, ha sido suficiente promesa para mantener el status quo. Y muchos se enorgullecen de vivir en el “menos malo” de los mundos posibles. Y que siga girando la rueda de la Fortuna, porque aquí no se puede hacer más na'.

    Ahí es donde entran en juego los partidos políticos, para "hacer bien lo que los otros han hecho mal". Y todavía aparecen los partidos "revolucionarios" que habrán de llamarse la vanguardia que lleve al pueblo a la empancipación. Pero es que la emancipación de un pueblo de la opresión centralizadora de una élite de poder no puede venir de la subordinación a otra élite de poder, no importa cuán obrera o "democráticamente" este constituída. Tampoco se logra mucho con votarle al partido contrario, para "castigar" a los gobernantes anteriores. Esto es sentarlos en la banca a descansar hasta que llegue el próximo voto castigo. "Pa' fuera es que van." Y to' el mundo velando la güira pa' conseguir un trabajito en el gobierno o un contratito que beneficie su empresa o una ley escrita para subir su negocio evitando la competencia.

     Y todo sigue siendo más de la misma mierda. ¿Por qué?

    Porque es al individuo a quién le toca la encomienda de (re)organizarse junto a otros individuos de forma que se beneficie directamente de sus acciones. No nos creamos el cuento de que otro (el Estado, el jefe, el caudillo) nos dictara la mejor forma de (re)organizarnos en colectivos "de progreso" (partidos, uniones, ¿¡naciones!?). Es a usted y a mí a quién nos toca elaborar la libertad individual, por mutuo acuerdo. Por nosotros mismo estamos esperando y no nos hemos dado cuenta. Reconociendo la (igual) libertad de cada humano, colaborar para crear empresas-obreras, cooperativas de consumo, sindicatos libertarios, instituciones de apoyo mutuo y comunidades que respeten la ética libertaria, socavando la arrogancia de las élites de poder y de la coerción que ejercen a través de sus jerarquías, su "democracia" y su Estado.

    Así, por la cooperación voluntaria, cada individuo trabajador debe procurarse el capital que le es vedado (al presente), fomentando estructuras participativas y libertarias, dejando atrás los partidismo, vanguardismos y sectarismos. Pues no hay que seguir esperando la gran crisis capitalista ni la "gloriosa" Huelga General para comenzar a construir las condiciones entre las que deseamos vivir.
    
Dejemos de soñar la Anarquía, comenzemos a trabajarla ahora.

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5 comentarios:

  1. Desde Las Barricadas.

    Reflexionando sobre el ensayo, “Dejemos de soñar la Anarquía” no resisto la tentación de, aclarar un sinnúmero de premisas. Primero, siempre que un sistema económico se rija por el capitalismo, habrá ahorro (en realidad debería decirse acumulación) de plusvalía. Es parte del sistema. Es inherente al mismo. No hay capitalismo igualitario, justo ni bueno si, desde nuestro punto de vista, aspiramos a la igualdad, basada en la justicia social. El capitalismo parte desde la individualidad de los componentes de una sociedad dada. Alienta el esfuerzo no colectivo, el egoísmo de “él único y su propiedad”. Aunque existiera un sistema capitalista (o anarco capitalista) que alentara, basado en la individualidad, el desarrollo de los seres humanos teniendo como ideal el egoísmo, pronto la desigualdad saldría a relucir. Es por eso que, los comunistas libertarios aspiramos a colocar todo el potencial de la variabilidad humana en un solo objetivo, el bien de todos los habitantes de la comunidad. Para los primeros tres párrafos del ensayo cabrían unas premisas... La primera, “a cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”.1 esto contra el capital. La segunda premisa seria, “mi libertad esta garantizada en la medida en que esta garantizada, la libertad de los demás”.2 este pensamiento va dirigido contra el estado. La tercera, un pensamiento general basado en los postulados de Kropotkin y, la Ayuda Mutua. El ser humano se desarrolla, para funcionar dentro de un colectivo de sus iguales. Es dentro de estos parámetros, en sociedad, que los logros del ser humano se dan. Esta premisa va dirigida contra el individualismo. El capitalismo no tiene como meta la igualdad, mas bien, la desigualdad es su norma. Se necesitan muchas personas trabajando para otros pocos, para que estos pocos puedan vivir cómodamente del trabajo de los demás. Abundando sobre el particular, aunque, en las Ciencias Sociales no se desarrollan teorías de alcance total, mas bien de rango medio, me aventurare a pronunciar un postulado que hasta ahora no tiene contradicción. Siempre que se trate del capitalismo, no importa sus variantes, ocurrirá lo siguiente; la mayoría de los seres humanos trabajaran para una minoría, esa minoría, según los postulados del capital ideados por Adams Samith,3 tendrá para si, la plusvalía de los muchos en beneficio de unos pocos. El dinero es la base de la desigualdad. Por medio de este, el capital, justiprecia el valor del trabajo y determina su ganancia. Pero aun, en el capitalismo monopolista de estado (entiéndase el “socialismo real”) bajo la premisa de, “a cada cual según su labor” la desigualdad esta garantizada. Por consiguiente, ni capitalismo de estado, ni monopolista de estado sin obviar el anarco capitalismo propician la igualdad base de la justicia social.

    En cuanto a los partidos políticos, “el que vota por un partido, para castigar al incumbente, se castiga así mismo.4 Y sí, es al individuo al que le toca reorganizare. Pero esa reorganización deberá de partir, de un ideario que promueva la responsabilidad hacia el colectivo. Ademas, que termine con el mantengo social que promueve el estado. Por eso apuesto por el Comunismo Libertario que garantiza, “la Libertad la Igualdad y la Fraternidad.5




    1-Pensamiento posterior al “a cada cual según su trabajo” y propio del Comunismo Libertario adoptado por los anarquistas españoles en las primeras dos décadas del siglo 20.

    2-Este pensamiento es de Bakunin.

    3-Autor de, “La Riqueza de las Naciones”.

    4-Este pensamiento es de mi autoría y me costo años de frustración y sacrificio para elaborarlo.

    5-La Libertad se garantiza por, los delegados revocables, y la desaparición del estado. La Igualdad por la máxima, “a cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad. La Fraternidad es el resultado de las dos anteriores. La ayuda mutua de la que hablo Kropotkin.

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  2. El libre intercambio de lo producido para nada puede considerarse como capitalismo. En este ensayo se utiliza el término de libre mercado como sinónimo de libre intercambio. Podría ser parte de una pequeña confusión de como se utilizan los términos en los territorios de habla inglesa y la traducción literal de tales conceptos al castellano.

    Bajo el capitalismo son los trabajadores quienes como esclavos enriquecen al capitalista y al estado. Pero bajo una sociedad que se rige bajo los principios libertarios, tales medios de produccion quedan en mano de los propios productores. Por lo tanto, intercambiar lo producido libremente por las partes interesadas seria una actividad genuina y deberia ser compatible con toda alternativa economica justa y libertaria.

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  3. Saludos!

    Como bien ha indicado XXI, en ningún momento se ha sido apologético con el capitalismo, considerado como la enajenación de los medios de producción (capital) de quiénes verdaderamente los utilizan (productivamente, o sea, los trabajadores). Este proceso, como bien he mencionado, ha sido producto del uso de la fuerza y, además, la coerción estatal. Tampoco pretendo ser apologético con el anarco-capitalismo ("ortodoxo" o de "derecha") cuyas premisas en torno a la propiedad (y otras defensas del capitalismo actual) los alejan del socialismo libertario.

    Sin embargo, considero a los anarquistas como un conjunto heterodoxo que incluye (aunque no necesariamente se limita) a los individualistas (agoristas y otros rothbardianos de izquierda), los mutualistas, los colectivistas y los comunistas. En este sentido, no puedo englobar a todos bajo ninguna máxima que no sea la igual libertad para todxs y la cooperación voluntaria. A la vez, como socialista libertario, me opongo al (neo)lockeanismo, aunque soy tolerante con quiénes aceptan el proviso de que dicha postura aplica si (y sólo si) hay suficiente tierra para todxs (no por esto me complace dicha posición ni la acepto como parte de mi argumentación).

    Semillas libertarias está compuesta por anarquistas con posturas diversas. Al menos, XXI y yo (y probablemente lxs otrxs), intentamos apelar a un socialismo libertario amplio o al denominado anarquismo sin adjetivos (aunque XXI tiende a la perspectiva colectivista y yo a la mutualista, al momento de analizar o exponer puntos).

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  4. Las diferentes perspectivas del anarquismo pueden coexistir, como el mutualismo, el colectivismo o el comunismo libertario. El asunto a considerar es, si el anarco capitalismo es una variedad aceptable dentro de los que buscan la justicia social. A propósito no fue mi intención sonar condenatorio. Es que el tema me apasiona.

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  5. Saludos Miliciano!

    Me complace tenerlo entre nuestros lectores asiduos y que sea tan activo en la secciones de comentarios. La aclaración anterior ha sido necesaria para evitar confusiones entre nuestros lectores. Las diversas perspectivas libertarias pueden encontrar aquí algo de su agrado. Con esto esperamos fomentar un movimiento anarquista en Puerto Rico (,el Caribe y el mundo) más dispuesto a colaborar entre los diferentes sectores que lo componen.

    Nuevamente, ¡gracias por su colaboración! :-)

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